Conocimientos y habilidades que hemos ido adquiriendo de la experiencia profesional, personal y técnica. Sabemos cómo dar forma a una idea, dónde buscar información veraz y contrastada con las ideas, o a quién recurrir para obtener más información.

Fase de investigación documental, a partir de la que se genera un documento de referencia donde queda reflejado el estado de la idea, las posibles patentes registradas sobre un desarrollo concreto, la actualidad de la idea o el posible impacto económico, social o comercial, entre otros factores.

Elaboración de un esquema sencillo y visual que actúa como la tarjeta de presentación sobre la que empezar a trabajar. Con él se busca informar y/o convencer a otros centros o empresas a las que queremos incluir en el proyecto. Este esquema irá variando hasta llegar a uno global que incluya todas las variables del proyecto.

Búsqueda en diferentes foros de la financiación que mejor pueda adaptarse a la idea del proyecto que tenemos. Se tienen en cuenta el alcance (nacional, regional, internacional...), el tipo de participantes (industria, Pyme, centro tecnológico...) o la cuantía económica necesaria para desarrollar el proyecto.

Contacto con los posibles participantes del proyecto. Puede tratarse de una sola empresa la que lidere un proyecto o un consorcio empresarial. Normalmente cuentan con el apoyo de centros tecnológicos y de investigación, que formen parte del consorcio o sean subcontratados.

Proceso que incluye la recopilación de la información acerca de la idea, la trayectoria del participante, las expectativas y los resultados esperados con el proyecto. En este punto nos adaptamos a las exigencias de cada convocatoria, que suele tener sus propias instrucciones de elaboración, sus formatos y sus tiempos. Además, cada una solicita una documentación determinada.

Cuando el liderazgo del proyecto está en manos de un consorcio de empresas, se producen interacciones en las actividades que se van desarrollando dentro del proyecto. Además de esos acuerdos, cada participante tiene sus propias actividades definidas.

Es el momento en que el proyecto se da de alta en la aplicación correspondiente y se genera la solicitud. Se llega a este punto una vez que toda la información así como la documentación necesaria están recopiladas para optar a la financiación.

La última fase es la de las posibles reclamaciones que puedan llegar por parte del ente financiero. Suele tratarse de documentos o requerimientos por parte de dicho organismo. Este proceso se produce justo antes de la resolución.

Desde 2015 contamos con la certificación UNE 166002:2021 de AENOR, que asegura el cumplimiento de los requisitos de la norma UNE 166002 de Gestión de sus procesos de investigación, desarrollo e innovación. El alcance de dicha certificación es: I+D+I EN NUTRICIÓN PARA MEJORA DE COLECTIVOS CON NECESIDADES ESPECÍFICAS.
Nuestro Sistemas de Gestión de la Investigación, Innovación y Desarrollo (I+D+i) ha ido mejorando de manera sistemática, recertificando el cumplimiento de la norma hasta la actualidad.

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Tenemos a disposición de todas nuestras partes interesadas, la visión y el plan estratégico del sistema de gestión de I+D+i que rige la norma UNE 166002, en la cual estamos certificados desde 2015.